Ricardo Valenzuela
La vida me ha dado una advertencia
Me postraría en largas noches y días
Para llamar mi atención sin cortesías
Así castigando mi estúpida inocencia
O tal vez irresponsable complacencia
Me hizo una llamada con gran potencia
Me invitaba recorrer un penoso pasado
Allí ejercí virtudes y también el pecado
Algunos de tantos ratos de indulgencia
Y pecando de mi conocida imprudencia
Pero yo siempre caminé con congruencia
Y tuve más activos que algún sufrimiento
No recuerdo algo de lo que me arrepiento
Aunque haya tenido la grave contingencia
Pero yo nunca acepte se dictara sentencia
Solo maldigo una parte de mi existencia
Donde conocí asqueroso sapo deformado
Que destruyó un segmento de mi pasado
Y me da asco solo pensar en su presencia
Ese traicionero al que soporté su carencia
El sapo hambriento siempre en insolvencia
Y en su mente enferma visualizaba fortuna
Pues siempre habia vivido en su hambruna
Así planeaba su robo con toda su insolencia
Y como una serpiente asesinara mi creencia
Asqueroso sapo que nunca conoció decencia
Vivió siempre cosiendo parches y pegaduras
Cubierto siempre de sus impagables facturas
Pues así vivía con envidia y su gran carencia
Así caminaba con toda su enana prepotencia
Decidió el único camino era la delincuencia
Pues era su idea forma y ganar esa medalla
Con su estrategia de todo silencioso canalla
Así su miseria le urgía robar con frecuencia
Rodeado de lepes que aceptaran su regencia
Pero su vida encontrará una consecuencia
Y no será pago por horripilantes exteriores
Será ese el pestilente pus de sus interiores
Mi condena dictada tendrá siempre vigencia
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