Ricardo Valenzuela
Soy hombre rico pues yo tengo un gran tesoro
No aparece en reportes ni en estado financiero
En el balance del alma es el activo que venero
Retorna superior a la plata, diamantes y el oro
Un activo de gran valor y nunca improcedente
No requiere depreciarse su vida es saludable
No requiere auditarse es activo muy confiable
No requiere garantías su valor es permanente
De día me mantiene feliz, alerta muy consistente
Me provoca bellos sueños siempre sobre pedido
Me asegura dirección en este mundo confundido
Y al despertar el alba yo me siento omnipotente
En un mundo de mediocres me hace prominente
Es activo muy escaso y siempre muy demandado
Quien lo tenga es un mortal rico muy afortunado
Y en un mundo de rufianes me hace competente
Es esa fuerza poderosa que yo siempre imploro
Cuando siento que mi carga es grande y pesada
Cuando pierdo el mapa y el rumbo en la jornada
Y acude siempre al escuchar mi grito de socorro
De mi alma es el alimento que yo siempre añoro
De mi cuerpo el nutriente que lo torna poderoso
Me rescata cuando siento el mundo es calabozo
Me libera cuando sufro y sin consuelo tanto lloro
Ese activo me da una fuerza especial y suficiente
No se cotiza en mercados ni en bolsas de valores
Pues cotizaciones y curvas nunca alivian dolores
Mis hijas y mis nietos forman todo mi ingrediente
No lo encontré cavando de oriente hasta poniente
Simplemente me di cuenta siempre lo había tenido
Al limpiar mis ojos encontré lo que yo creía perdido
Cuando acepté mi ceguera mi mundo fue diferente
Mis tres hijas comandan tan poderoso contingente
Ocho nietos que me dan un amor tan limpio y puro
Una luz que ilumina cuando todo me parece oscuro
Me dio fuerza, nueva vida, que para mí es suficiente
EL UNICO DOLOR QUE LA VIDA HA DADO
ES HABER CONOCIDO A UN SAPO RATERO
Y DESPUES DE SACARLO DE SU AGUJERO
CON UNA GRAN TRAICION ME HA PAGADO
LO QUE ME DUELE NO HABER ESCUCHADO
No comments:
Post a Comment