Ricardo Valenzuela
Sapo Coppel, el campeón de pecados capitales
De inmediato surge el primero que es esa gula
Te has creado tanta manteca que te estrangula
Para ese pecado no hay algo donde te acabales
Y a veces creo tú no eres parte de los mortales
Si no son capitales, pronto los harías mortales
Pues tu maldad es negra avalancha y evidente
Por donde caminas dejas tanto dolor creciente
Pues todas tus conductas son viles e inmorales
Te sienta muy bien ese pecado de gran avaricia
Aunque la ejerces con el dinero que me robaste
Pues en tu vida eso fue lo único que ingresaste
Fue cuando saliste de la cueva donde habitaste
Reconozco robar y traicionar fue tú gran pericia
Pero sin dudarlo tu especialidad es esa soberbia
Nadie sabe es la defensa de todos tus complejos
Porque con esa figura siempre quiebras espejos
Por eso solo te mirabas en lo oscuro, desde lejos
Solo robando quisiste tu tener esa vida superbia
Pero algo que ha destruido tu interior es envidia
Porque tu inventario ha estado siempre tan vacío
Y así robando es como siempre tú has pretendido
Tener todo lo que has soñado y nunca has podido
Así el robar y traicionar te mantiene y te subsidia
El agregarte algo como ese mandato de no robar
No puedo, es tu oficio, es tu vida, tu especialidad
Pareciera se te ordenaba hacerlo con temeridad
Una negra mancha que jamás se habrá de borrar
La cargarán tus hijos y nunca te han de perdonar
Pero es muy importante agregarte el de traición
Lo que tú siempre has cometido con naturalidad
Nunca has tenido vergüenza y menos integridad
Porque es tu naturaleza y de tu vida la expresión
Delata un sapo residente de un profundo callejón
Y no te puedo acusar del desear a la mujer ajena
Porque solamente a desearla tú te viste obligado
Con ese físico con el que dios así te ha condenado
La que desearas condenabas a sufrir la gran pena
Y especialmente te debo exentar del no fornicar
Pues enano, pelón y esa manteca que almacenas
Solamente en burdeles repartirías tus condenas
En esos encuentros que provocabas el desmayar
Siempre rodeado de tantos árboles ricos frutales
Sin tener la gran escalera para poderlos alcanzar
Debias hacer ese ejercicio de pureza así aguantar
Luego arrancar a burdeles en horribles arrabales
Y comer entonces las tortillas hechas en comales
Y, nunca levantar falsos testimonios ni falsedades
Algo especial porque ha sido la historia de tu vida
Y así has robado y traicionado sin quien lo impida
Recuerda te dije algún día triunfaran las verdades
Pero llegara día del juicio para todas tus falsedades
Y con lo que me vomito es eres rajón y traicionero
Porque el hombre que ya tiene podrida esa corteza
Y es capaz de cualquier cosa para así tener riqueza
En su interior será siempre ese criminal pordiosero
Malhechores que caminan al filo de ese desfiladero
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