Ricardo Valenzuela
Nos enseñaron que robar es un pecado
Conducta que requiere un buen castigo
Pero es más grave robar un buen amigo
Sin respetar lo que ellos habían pactado
El sapo Coppel que es un ladrón rajado
Y será mortal cuando ha sido ejecutado
Si la insta la inmoralidad de su ambición
Siempre acompañada de la gran traición
Porque de esa forma se habría amputado
El sueño de niños para forjar una filiación
Más grave cuando uno tuviera la intención
El ladrón así esa filiación habrá destrozado
El traidor pretende avanzar muy confiado
Que del timado no se conocerá su versión
Tampoco todo lo escondido en su corazón
Que luce como cascajo seco y abandonado
Pero esa ruta del pecador y su destrucción
Es solo porque en amigos ve la oportunidad
Y, sobre todo, porque no conoce integridad
Pero llegará el día de enfrentar esa paredón
Paredón de lamentos y no habrá clemencia
Allí siempre llegan las almas en bancarrota
Ante el tribunal todo lo oculto se descapota
Aparecen sus pecados para dictar sentencia
A ese sapo ratero sin valores, sin conciencia
Porque en esta vida nunca debe ser posible
Que con impunidad operen los destructores
Caminando luego como los grandes señores
Cuando de la muerte ellos son el combustible
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