Ricardo Valenzuela
La decepción más grande de mi vida
Fue traición del amigo no de extraños
Que a pesar de la bruma y tantos años
Siempre emerge dolorosa y fortalecida
Dolor insoportable por quien fue tejida
Quien así establecía su paso y finalidad
Demostrando su ausencia de moralidad
Aquel que me ofreciera amistad fingida
Aquel de corazón negro mente retorcida
Pobre sapo que soñaba con ser soberano
Pero la realidad enseñaba solo ese enano
Sin valores, principios, conciencia abolida
Sapo que siempre me odió y así lo vertía
De lo cual yo recibiera grave advertencia
Finalmente se convertiría en mi sentencia
Yo lo había rescatado de su vida desvalida
Falsas alabanzas de Judas jamás faltaron
Mientras el tejía la telaraña de su traición
Siempre ocultando esa diabólica intención
Mientras que ubicaban lo que me robaron
Finalmente me daba la puñalada que incluía
Todo lo necesario para una buena apariencia
Pero era ocultar de su interior la pestilencia
Lo pecaminoso de la riqueza había adquirido
Después de rescatarlo de una vida corroída
Y sin haber escuchado aquella advertencia
Me daba cuenta de la traición convergencia
Para dejar esa gran estafa ya bien concluida
De ese sapo Coppel actuando con su villanía
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